El postre de Semana Santa por excelencia y una de las recetas de aprovechamiento estrella de la cocina española. ¡Seguid nuestros trucos y veréis qué fácil es conseguir la torrija perfecta!

• Hazte con un pan de buena calidad: de corteza fina, miga densa y poco alveolado.

• Deja que el pan se seque durante un par de días: de este modo absorberá mejor la leche y conseguiremos una torrija más jugosa.

• Fríe en abundante aceite bien caliente.

• Reboza las torrijas recién fritas en azúcar y canela: es el momento en el que absorberán mejor los sabores.

Uno de los dulces más característicos de la cuaresma. En España encontramos variantes de recetas de buñuelos desde el siglo XV, cuando los árabes se aposentaron en Granada y trajeron consigo las recetas de sus postres favoritos. Si bien es un postre con pocos ingredientes y un proceso de elaboración sencillo, la clave está en la temperatura del aceite, que debe estar alrededor de los 170º. Si la temperatura es demasiado baja los buñuelos se hundirán y no conseguiremos que se mantengan a flote, mientras si es demasiado elevada se creará una envoltura seca alrededor del buñuelo que impedirá que crezca.

Un consejo para que queden bien redonditos: sumerge las cucharas en un vaso de aceite cada vez antes de formar las bolitas. Es una forma fácil de evitar que la masa se pegue.

¿Con qué acompañarlos? Quedan riquísimos tanto solos, como espolvoreados con azúcar o rellenos de nata, crema pastelera o chocolate para los más golosos.

Elaboradas con una masa dulce y decoradas con uno o varios huevos, son el dulce más esperado por los niños en estas fechas. La tradición era que los padrinos recolectaran huevos desde el comienzo del miércoles de ceniza, los reservaran y luego los regalaran a los niños tantos huevos como edad tuvieran hasta que cumplieran 12 años. Actualmente, esta tradición ha evolucionado y se ha diversificado por regiones: desde la elaboración de roscones dulces hasta la creación de las figuras de chocolate más divertidas y originales que podamos imaginarnos.  Te dejamos una recopilación de diferentes propuestas para que sorprendas a tu sobrino este Lunes de Pascua.

Ligeras, esponjosas y con un aroma irresistible, las rosquillas son un clásico de Semana Santa que no puede faltar en la mesa. Ya sea rebozadas en azúcar o con los glaseados
que más te gusten - son simplemente deliciosas.