Precalentar el horno a 170ºC arriba y abajo con ventilación

Engrasar con spray 3 moldes de 15 cm de diámetro y ponerles una base de papel para horno.

Preparar la crema de mantequilla mientras el bizcocho se está horneando.

Con ayuda de una batidora con varillas metálicas, batir durante 4 minutos a máxima velocidad el contenido del sobre con la mezcla preparada, los huevos y el agua.

Agregar la mantequilla o margarina derretida y volver a batir la masa a velocidad mínima.

Repartir la mezcla entre los 3 moldes preparados y hornear a 170ºC durante 25’ o hasta que al insertar un palillo no queden restos de masa enganchados.

Dejar reposar 10 minutos fuera del horno, desmoldar los bizcochos y dejar enfriar por completo.

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Nivelar los bizcochos con la ayuda de un cuchillo de pan.

Colocar uno de los bizcochos en un plato sobre la base giratoria para tarta y colocar un poco de crema de mantequilla.

Colocar encima el siguiente bizcocho y repetir hasta tener las 3 capas de bizcocho.

Cubrir con una primera capa de crema de mantequilla y llevar a la nevera por 15’.

Cubrir el pastel con una segunda capa de crema de mantequilla para tener una base blanca sobre la que haremos el efecto acuarela. 

Dejar reposar en nevera al menos 30’.

Repartir el resto de crema de mantequilla blanca en 3 o más cuencos, de acuerdo a la cantidad de colores que vayamos a utilizar.

Teñir cada porción de crema con colorantes alimentarios Dr. Oetker. 

Con la ayuda de una espátula acodada ir “pintando” los costados del pastel con crema de mantequilla, de todos los colores que hemos preparado.

Colocar el rascador de pasteles de manera perpendicular al pastel, apoyando en la base y comenzar a girar el pastel para alisar las “manchas” de crema de mantequilla y crear el efecto “acuarela”.

Retocar con algún color si es necesario.

Terminar la decoración con manga con boquilla pastelera.