Colocar todos los ingredientes menos la mantequilla en una batidora de vaso y licuar bien hasta tener una masa homogénea.

Puedes pasar la masa líquida por un tamiz para quitar posibles grumos que hubieran quedado.

Dejar reposar la masa durante 15’ en la nevera.

Calentar una sartén antiadherente a fuego medio-alto y añadir un pequeño cubo de mantequilla.

Dejar derretir la mantequilla y quitar el exceso con un papel de cocina.

Verter una medida de tacita de café en la sartén, moviendo para que la mezcla se esparza de manera uniforme por toda la superficie de la sartén.

Dejar cocinar durante 2’ hasta que los bordes de la crepe se despeguen.

Pasar una espátula por los bordes y darle la vuelta.

Terminar de cocinar por el otro lado durante 1’.

Repetir este paso con el resto de la mezcla.

Verter sobre la sartén caliente una medida de tacita de café, moviendo para que la mezcla se esparza de manera uniforme por toda la superficie de la sartén.

Dejar cocinar durante 2’ hasta que los bordes de la crepe se despeguen.

Darle la vuelta al crepe y bajar el fuego al mínimo posible.

Rellenar por el centro con 30 g de queso rallado y 30 g de jamón, haciendo forma de “nido” para colocar dentro un huevo.

Cerrar el crepe plegando los bordes hacia adentro.

Tapar la sartén y cocinar el crepe durante 2’ o 3’ hasta que el huevo haya cuajado.

Servir con sal, pimienta y rúcula.