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Tarta de manzana

El pastel o tarta de manzana es la favorita en muchas casas por su infinidad de formas y sabores en la que puede prepararse. Y es normal, esta tarta se adapta al paladar de todos. En Dr.Oetker te contamos todo lo que quieres saber sobre la tarta de manzana: su origen, trucos para conseguir el resultado perfecto, cuáles son las manzanas más adecuadas para la tarta ideal y te proponemos distintas recetas.

Historia y origen de la tarta de manzana

Pese a ser una de las recetas icónicas estadounidenses, conocida como “Apple pie”, el origen de la tarta de manzana es difuso. Las evidencias apuntan a que su origen fue en Europa, dónde el cultivo de manzanas ha sido siempre abundante y tradicional. Hay recetarios europeos con tartas de manzana y otras frutas que datan ni más ni menos que del siglo XIV.

Concretamente, se dice que la tarta de manzana proviene de Inglaterra, ya que los documentos más antiguos registrados que hablan sobre este delicioso postre, son británicos. Desde las tierras inglesas, este postre se propagó por el continente europeo con sus distintas variaciones y formas, y especialmente arraigó en Francia y los Países Bajos, quienes lo trasladaron a los Estados Unidos durante la colonización.

Veamos algunos de los distintos formatos tradicionales de tartas de manzana:

  • Apple pie anglosajón, tarta con relleno de manzana. La misma masa sirve de cobertura y base del pastel.
  • Apple pie americano. Muy similar al anglosajón, tarta con relleno de manzanas troceadas.
  • Tarta tatin francesa,  en la que se cuecen las manzanas y se le añade la base, para posteriormente darle la vuelta.
  • Apfelstrudel o Strudel de manzana alemán. Un rollo muy fino de masa con relleno de manzana, canela y frutos seco, entre otros ingredientes.
  • Tarta de manzana con hojaldre y crema. Un gran clásico en la repostería española. Se trata de un postre con una base de hojaldre crujiente, crema pastelera y manzanas cortadas en rodajas de media luna, a menudo con un toque de canela.
  • Crumble de manzana o crujiente de manzana. Postre tradicional de Inglaterra, con aspecto similar a las migas de pan. Sus ingredientes principales son la manzana, la harina, el azúcar y la mantequilla.  

Mejores manzanas para las tartas de manzana

Cuando vamos a hacer una tarta, siempre debemos buscar los mejores ingredientes para que esta quede exquisita. En el caso de la tarta de manzana, siendo la fruta el ingrediente principal, queremos encontrar la que más se adecúe a la receta. Nuestro pastel tendrá unos toques de sabor distintos según la variedad de manzana que escojamos: más dulzor, acidez, consistencia… Encontramos una infinidad de tipos de manzanas, pero ¿cuál es la mejor para nuestra tarta de manzana?

Reinetas

Manzanas verdes, a menudo con motas. De origen francés y muy común en España. Adecuadas para una tarta de manzana más dulzona, quedan más melosas con el horneado.


Granny Smith

De un color verde intenso y crujiente. De un sabor ácido, muy adecuadas para repostería. En caso de que la receta que estemos siguiendo no especifique un tipo de manzana concreto, las Granny Smith son las manzanas más versátiles para adaptarse a cualquier tipo de preparación repostera y asegurar un buen resultado en nuestras tartas de manzana.

Golden

Las manzanas verdes con un toque amarillento. Aumentan su dulzura con el horneado, además de quedar más blandas.

Fuji

Manzanas verdes y rojas de origen japonés. Es más jugosa y crujiente, ideal para conseguir un punto más ácido en la tarta de manzana.


Cripps Pink (Pink Lady®)

Manzanas rojas producidas localmente. Su sabor es una mezcla entre dulce y ácida, mantienen muy bien su forma después del horneado. Por ello, sería el otro tipo de manzana recomendado para utilizar en caso de que la receta no especifique un tipo concreto de manzana.

Trucos para evitar los errores comunes al preparar tartas de manzana

Hay casi tantas recetas de tartas de manzana como variedades de esta fruta. Debemos seguirlas a pie de la letra para evitar sorpresas, pero desde Dr.Oetker te  tenemos algunos trucos y errores comunes a evitar que servirán para conseguir una tarta perfecta. 

  • Escoger bien la fruta. Las manzanas son el ingrediente principal en la receta, por lo que hay que prestar especial atención a cuáles usamos. Es importante intentar conseguir el tipo de manzana al que hace referencia la receta. En caso de que no sea posible, es recomendable utilizar las Granny Smith o las Pink Lady®, por su versatilidad. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las manzanas no estén demasiado verdes, ni demasiado harinosas para que la tarta no quede ni demasiado ácida, ni reblandecida.
  • Cortar las manzanas de la forma correcta. Hay que pelar las manzanas, descorazonarlas y cortarlas en medias lunas con un grosor medio-fino. De lo contrario, necesitarán mucho tiempo de cocción y la tarta de manzana puede quedar seca.
  • Dejar reposar la tarta. Aunque sea muy tentador comer la tarta una vez hecha, dejarla enfriar unas horas a temperatura ambiente marca una gran diferencia. Así, conseguiremos que el pastel tenga consistencia, y no quede líquido en su interior o se desmenuce al cortarlo.
  • Tiempo en el horno. La mayoría de tartas de manzana no necesitan demasiado tiempo en el horno, lo justo para que las manzanas queden doradas pero que no queden secas. Posteriormente, podemos cubrir la tara con almíbar o mermelada para un toque de brillo jugoso y nutritivo.
  • Cocinar las manzanas antes de colocarlas en las tartas. Las recetas pueden variar, pero cocer las manzanas para el relleno es un punto añadido para concentrar su sabor y evitar que el pastel quede seco por tenerlo que hornear demasiado.