Introducir 400 ml de leche en cada frasco, tapar y agitar bien durante 1 minuto. 

Untar una sartén mediana (de unos 20 cm. de diámetro) antiadherente con un poco de mantequilla y calentar bien. 

Verter una taza pequeña de la mezcla preparada y repartir uniformemente en la sartén. 

Cuando la crepe esté dorado por un lado, darle la vuelta con la ayuda de una espátula. 

Dejarlo unos segundos más hasta que esté listo. 

Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla. Repetir la operación hasta obtener unos 30-35 crepes. 

Superponer los crepes untándolos con un poco de sirope imitando una tarta y disponer sobre un plato de servir.

Montar la nata con el azúcar vainillado con la ayuda de unas varillas eléctricas en un bol bien frío hasta que esté firme. 

Introducirla dentro de una manga pastelera de boquilla rizada y formar rosetones sobre la tarta de crepes. 

Lavar el melocotón, cortarlo por la mitad, eliminar el corazón y luego cortarlo en láminas finas. 

Coronar los rosetones con láminas de melocotón y espolvorear con azúcar glas.

Utilizar la fruta deseada para decorar la tarta de crepes. Lo más importante es que esté sabrosa y para ello lo mejor es que sea de temporada.